Tailandia

Si echamos una barca al agua y comenzamos a navegar, sin rumbo ni destino fijo, acabaremos vislumbrando las costas de Tailandia, pues el país posee esa clase de hechizo por el que siempre se encuentra aquello que no se buscaba. Heredera de la resplandeciente Siam, Tailandia se ha convertido por derecho propio en uno de los países más fascinantes, cambiantes y vigorosos del sudeste asiático.

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Tailandia

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“No cuentes los días, haz que los días cuenten.”

Es una perfecta combinación de modernidad, lujo y tradición que le permite ofrecer todo lo que el viajero desee. De las animadas calles de Bangkok a la playa más remota de Hua Hin, Tailandia es como su gastronomía: única, picante y deliciosa.

Un país que renace, como las flores en primavera

En el templo de Wat Pho, en Bangkok, se encuentra la estatua de oro de Buda más grande del mundo.

Ecos de Siam

temporada

Si se quiere conocer en profundidad la naturaleza de Tailandia lo mejor es viajar entre noviembre y marzo, con un clima agradable y cielos despejados.

Tropical

Media de 28°C

Noviembre - marzo

Días cálidos y noches con temperaturas suaves

experiencias NUBA

Bangkok nocturno

Recorrer las animadas callejuelas de Bangkok, desde la histórica Charoen Krung Road, y colarse en privado en las galerías más reconocidas de la ciudad. Terminar la velada descubriendo la polifacética gastronomía tailandesa con una ruta por sus puestos callejeros.

Arte tailandés en una aldea centenaria

Profundizar en la tradición pictórica tailandesa en una aldea de 200 años de antigüedad habitada por artistas y restauradores. Tener la oportunidad de poner en práctica todo lo aprendido en este entorno idílico para la creatividad.

Yoga en la pagoda Gong Wu

Sentirse más cerca que nunca del Nirvana y saludar al nuevo día con una clase privada de yoga en la pagoda Gong Wu, con un maestro de la disciplina y los dragones de las columnas como única compañía.